lunes, 13 de abril de 2009

...al alba...

Pelos en la cara que te tapan las ojeras, vivas días atrás.

Vivís a deshoras, alejada de la luz. La ciudad a la madrugada, justo antes del alba está tranquila. En la copa de los árboles de los Bosques de Palermo se entreven las primeras luces de la mañana. Todo empieza a ponerse en marcha.

El camino de regreso te mata, no aguantás con los ojos que, de a poco y sin querer se van cerrando.

Cuando llegás a casa, la gama de colores del amanecer pinta el cielo a través del horizonte de edificios erguidos como árboles en la selva de la ciudad.

1 comentario:

  1. El camino de regreso no es lo que nos mata... Vivir lo que no queremos vivir es lo que nos hace añicos el cerebro, crea letras como las de “el alba”... Vive como quieres vivir... Tienes el apoyo y la sabiduría de los siglos y eres libre y lo suficientemente valiente para elegir... Eres una campeona, eso es lo que eres... Haz que volver a casa sea un clímax… Un abrazo, David Levy.

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